domingo, 12 de marzo de 2017

Felicidad al lado de Jesús

Felicidad

Las posibilidades de ser feliz son muchas, pero de la mano de Dios aumentan. No hay nada como escuchar la voz de Dios cuando nos regala nuestra vocación, que puede ser: Sacerdocio, Vida Religiosa, Matrimonio, etc. Dios tiene preparado un plan para cada uno de nosotros, porque Él es nuestro Padre y nos conoce mejor que nadie. 
Es normal que cuando sentimos la llamada, tenemos miedo y hasta nos peleamos con Dios, simplemente porque queremos hacer nuestra voluntad y no la de Él. 
Olvidamos que en cada Misa repetimos la oración que Él nos enseñó, en la cual dice: "Hágase tu Voluntad..." pero simplemente somos egoístas y no queremos responder con amor a lo que Él nos propone. Nos está dando el "boleto" para alcanzar la verdadera felicidad, no la que el mundo ofrece, esa es una felicidad pasajera...
Cuando ya lo pensamos con la cabeza fresca, nos damos cuenta que en realidad es algo radical, darle la vida no es algo que se nos apetezca, sin embargo nos preguntamos: ¿Darle mi vida a un Dios que lo tiene todo y podría escoger a otra persona más capacitada que yo? ¡y por qué no! ... ¿Amar a un Dios que se hizo Hombre por mí, para salvarme? ¡y por qué no! 

Poco a poco nos damos cuenta de que Él nos necesita, necesita de nuestro amor... sentimos en nuestro corazón el deseo de dar amor a Jesús, a Él que fue golpeado, humillado, maltratado sólo por nosotros, para salvarnos, por nuestros pecados. 

La Misericordia de Dios viene a nosotros y nos ilumina como la hermosa luna llena en una noche oscura. El amor de Dios es tan grande que no puede medirse, no podemos quedarnos fuera de él. Muchas veces escuché la frase: "Si conocieras el amor de Dios, serías más feliz..." No sabía lo que querían decir, hasta que experimenté esa hermosa sensación de saber que Dios te ama y aunque no eres digno de ese amor, su Misericordia es Inmensa. Cuando lo sabes y lo sientes, ese amor te desborda. ¡Cómo se ensancha el alma pensando en los amores entre Dios y una pobre criatura!

Si has sentido la llamada de Dios a hacer algo extraordinario entregándole tu vida, no tengas miedo; responde con amor al que es todo amor! Santa Teresita del Niño Jesús dijo: "La perfección consiste en hacer su voluntad, en ser lo que Él quiere que seamos..."

Ora, ten fe y no te preocupes... Jesús, yo quiero seguirte, dame tu mano y de la mano de Mamá María voy a dejarlo todo porque quiero ser realmente feliz contigo. Tú me llamas y la única forma de ser plenamente feliz es haciendo aquello para lo que me creaste. Estoy seguro, Señor, que yo solo no puedo nada, pero Contigo y con Ella lo puedo todo; soy pequeña y débil, pero Tú me fortaleces ... estoy segura que Tú suplirás todas mis deficiencias.




No hay comentarios:

Publicar un comentario