martes, 4 de abril de 2017

Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada

Vida Religiosa Contemplativa

Historia de la Congregación: 

Nuestra fundadora, la Rvda. M. María Rosario del Espíritu Santo Lucas Burgos. Nació en Almería el 27 de febrero de 1909 y murió santamente en Córdoba el 5 de enero de 1960. Nuestro Co-fundador, el Rvdo. P. José Antonio de Aldama, S.J. Nació en Sanlúcar de Barrameda (cádiz, el 9 de julio de 1903; murió santamente en Granada el 23 de marzo de 1980. Dos almas con el mismo ideal, que Dios une para llevar a cabo una misión. El Instituto nació por el ardiente deseo de que nuestro Señor Sacramentado no estuviera nunca solo; deseo que, el mismo Señor, puso en ambos cuando todavía no se conocían... "Mi delicia es estar con los hijos de los hombres". La Madre empezó la Obra, mientras el Padre suplicaba insistentemente al Señor, suscitase en su Iglesia una Congregación que llevase a cabo ese deseo de su corazón. 

Se conocieron en los albores del Instituto, cuando empezaban los momentos azarosos. El Padre, fue enviado al Instituto por sus Superiores a la hora de Dios. Cuando hacía falta una mano experta y un corazón que vibrase con ardor por la Eucaristía, capaz de darlo todo por el Instituto. El Padre escribió las Constituciones y el Directorio Espiritual y con mente clarísima y mano prudente fue llevando las cosas por el cauce de la voluntad de Dios.

La Congregación nació el día 24 de diciembre de 1943 en Málaga. Asistieron las cuatro primeras esclavas a la Misa de medianoche y después se fueron a la casita que habían preparado. Fue establecida como Pía Unión en Málaga, el 24 de febrero de 1944. Es trasladada a Granada y el 15 de septiembre de 1948 es aprobada como Congregación de Derecho Diocesano. El 7 de octubre siguiente se celebra solemnemente el acto de erección canónica y hacen los votos perpetuos las primeras profesas. Recibe la aprobación Pontificia el 31 de mayo de 1989.


Carisma:

Las religiosas Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada, han nacido en estos tiempos lanzados hacia un exterior materialista, para dar entre nuestro mundo un testimonio vivo de fe en la sagrada Eucaristía. Tenemos como ideal, imitar en nuestra vida interior y exterior la vida que lleva Jesús en el Santísimo Sacramento, ofreciéndonos en oblación de amor, estrechamente unidas a la Víctima Sagrada del Altar, para mayor gloria de su Eterno Padre (Constituciones).

Con la celebración diaria de la Liturgia de las Horas, participan las Esclavas pública y oficialmente en la oración y en la alabanza del Corazón de Jesús al Padre. Cada religiosa tiene ante el Santísimo dos horas de adoración: una durante el día y otra durante la noche. A esta última se le da un matiz especial de reparación.

¡Estar con Jesús! es el anhelo de toda Esclava del Santísimo.

Es también el espíritu del Instituto esencialmente mariano, viviendo cada día con mayor verdad y plenitud su consagración de Esclavas de María Inmaculada, e inspirándose para ello en los sentimientos del Corazón virginal de la que se llamó a sí misma la Esclava del Señor (Constituciones). Es la esclavitud mariana, un grado superior de filiación.

La Congregación está puesta bajo la protección de la Santísima Virgen en el misterio de su Concepción Inmaculada; la ilusión de su imitación llena nuestras vidas.

"La vida contemplativa de los religiosos estaría incompleta, si no estuviera orientada hacia un amor filial a la que es Madre de la Iglesia y de las almas consagradas". (San Juan Pablo II).

A diario la invocamos con el rezo completo del Santo Rosario. El Ángelus se canta solemnemente las tres veces litúrgicas, y todas sus fiestas las revestimos de la mayor alegría, solemnidad y amor. 

Bajo la dulce sombra de la Señora pasan silenciosos los días de la esclava, y con la mirada fija en su Madre Inmaculada se sienten fuertes y seguras en su peregrinar hacia Dios. 

Nuestra Propuesta

Vida Contemplativa: Nuestra vocación contemplativa se centra en la adoración, la alabanza y la reparación al Santísimo Sacramento del Altar. En nuestras Iglesias se le tiene solemnemente expuesto día y noche. "Aplicando vuestra capacidad de amar en la adoración y en las plegarias, vuestra existencia grita silenciosamente el primado de Dios, testimonia la dimensión trascendente en la persona humana y lleva a los hombres a pensar y a interrogarse sobre el sentido de la vida". (Juan Pablo II a las religiosas en Sao Paulo).

A la queja de Jesús a los Apóstoles en el huerto: "¿No habéis podido velar una hora conmigo?", quiere responder nuestro instituto, cumpliendo esa misión esencial que la Iglesia tiene en la tierra, de orar, adorar, alabar y reparar. Misión que cumple en unión de Jesucristo, su Cabeza y su Esposo, que es el gran intercesor ante el Padre, al que alaba sin cesar, intercediendo constantemente por el mundo entero.

"Los Institutos y Asociaciones que por ley peculiar aprobada por la Iglesia, han recibido la misión de dar al Sacramento de la Eucaristía el culto de adoración, sepan que cumplen un oficio excelentísimo y que lo cumplen en nombre de la Iglesia" (Pablo VI).

En sus adoraciones, las religiosas, mirando como suyos los intereses de todos el Corazón de Jesús, abren sus corazones a las necesidades de la Iglesia, en una expansión de su amor. Esta oración de intercesión por las necesidades de todos los hombres, es una misión muy especial de vida contemplativa en la Iglesia. Aquí se despliega nuestro espíritu apostólico. 

La vida contemplativa se cultiva dentro de un ambiente de un clima de silencio y recogimiento necesario para la vida de oración y trato con Dios. Este ambiente da a la casa religiosa el clima ideal para la vida de oración; que, eso es precisamente la contemplación, una vida, no unos ratos de oración. Una vida hecha minuto a minuto oración por la elevación de la mente y del corazón al Señor.

Trabajo: Conforme a la tradición sagrada de la vida religiosa, alternamos la oración con el trabajo, tomándolo no sólo como ley natural impuesta por Dios, sino también como ejercicio de penitencia y deber de justicia con el Instituto (Const.).

Dedicamos nuestro trabajo manual a toda clase de labores destinadas al culto divino, y algunos otros trabajos que al menos tengan carácter artístico religioso. 

Los diferentes oficios de la casa los desempeñan distintamente las religiosas que designa la obediencia. Aunque se tienen en cuenta las aptitudes personales. 

De este modo, sus vidas se hacen fecundas para la Iglesia y para el bien de la humanidad por quienes se sacrifican.
Modelo para nosotras es la Sagrada Familia, imitando en nuestro trabajo la pura intención, la entrega ilimitada y la mortificación que tanto brillaron en la casa de Nazaret. (Const.).

Se tienen dos horas de recreación: una después de la comida y otra después de la cena. Estas recreaciones se tienen en común, en alegre y regocijada fraternidad.


Conoce el postulantado ... La Congregación cuenta con varios noviciados donde puedes formarte y conocer si tu vocación es verdadera: 

En España: 
Cuenca - Plaza de la Merced, 5  -  Tel. 969 214 505

En América:
Hatillo, Puerto Rico - Call Box 69001, Suite 180  -  Tel. 787-8 202866

Mataquescuintla, (Jalapa) Guatemala - 
Monasterio Nuestra Señora del Magníficat  -  Tel. 7924 2563

Puerto Barrios, Guatemala  -  10a calle - 17a Avenida BARRIO DE LA ESPERANZA. 
Tel. 00502 5294 3656  -  00502 7948-8377 

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